Ocho de marzo
Con los pies descalzos
estoy tratando, de construir un camino
entre la exclusión de los hombres,
entre las viejas costumbres
y las definiciones.
Estoy tratando, de dibujar mis pasos
en todos los soles de esta primavera;
¡para no morir en invierno
para no morir nunca!
porque en mi país, las mujeres morimos
y no se sabe por qué morimos
y no importa por qué morimos
pues sólo somos mujeres.
Con los pies descalzos
me descubrí descalza con otras mil y tantas
que están tratando de que sus pasos no suenen,
de que sus pasos se callen
para que el acoso, no las alcance y las calle al final de la calle
para que el acoso, no termine en un cuerpo vacío,
en un cuerpo desierto,
no termine en mi sombra,
en la tuya ,
en un agujero
dos metros bajo tierra
en un agujero
que a nadie le importa
porque sólo es otra y ya somos millones.
Millones/ millones/millones las desaparecidas,
millones las sobajadas,
millones las que valen millones en una cantina y afuera no valen nada ,
millones con una madre llorando en un río de emociones,
en un desgarre de palabras
palabras de fuerza
palabras de supervivencia,
palabras, para construir un mundo donde no se rompa la vida
donde no se calle con muerte
a los pasos de las mujeres.