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Semblanza

A veces, seis letras tienen el poder de describir de la mañanera más exacta a una persona; a veces, seis letras bastan para contar una historia y en mi caso esas seis letras dibujan mi nombre:

 

A seis letras me llamo Nayeli (el apellido hoy no importa) y tal como mis ancestros lo predijeron, esas seis letras manifestarían en mí la tona, la energía y el sentido de mi vida.

 

Del zapoteco nadxieelii que significa te amo/te quiero es de donde nace mi nombre. Porque esa acción de entregarse, darse a los demás, amar sin filtros  y a granel, eso es lo que me define. Lo que en mi se vive. Porque alguien, alguna vez  me dijo, que mi nombre y yo somos como dos espejos  que se confrontan y que sólo dejan ver  sus reflejos hasta el  infinito.

 

No me interesa escribir una  semblanza para contar los años de estudio, el lugar de origen o desde dónde escribo. No me interesa, porque  sólo quiero regalarte los años  de vida, el amor a deshoras y los vuelos con alas de (no) aves que me han llevado a recorrer mi camino.

Tona:  Diversos grupos indígenas consideran que al nacer tenemos un animal protector que nos cuida a lo largo de la vida. Nuestra tona puede defirse por el primer animal/objeto/sentimiento,  que deje sus huellas sobre el círculo de ceniza que se coloca cuando se  nace.

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