Te árbol
Te árbol
con todos mis madroños
y sus rojas raíces,
con los ríos y humedales
de tus bosques
que se cuelan
en la tierra de mi piel quemada.
Te árbol
entre el cobijo de mi tristeza
en este otoño tan frío,
más que el primero de septiembre
más que aquel dos mil trece,
año de cráteres,
carreteras
y amigos.
Te árbol, eternamente
como a los sitios que ahora eres
como a los lugares que frecuento
para encontrarte.
Te árbol,
en cada puesta de sol
y en todos los atardeceres,
como al viento
en el que te has convertido,
como a las memorias donde aún existes.
Te árbol
como esa bomba de abrazos ocultos por las noches,
como tus mensajes escondidos .
Porque sabes
que en mis poesía
y en mis días...
Aún te necesito.