Claros/Oscuros
No todos los días se pintan en una paleta de colores, a veces llega el momento de dejar participar a la escala de grises. Me gusta saber que es así, ¿de qué otra manera podría ser? Camino sobre la 57 a unas cuadras antes de llegar a Tecnológico. El cuerpo tranquilo y despreocupado, como supongo se sienten todos los cuerpos en domingo; volteo hacia mi derecha y me encuentro con una casa amarilla y sus macetitas perfectamente alineadas al barandal, las ventanas abiertas, al igual que la puerta, como quién sin miedo, quiere dejar pasar todo lo nuevo que viene de afuera sin cerrarse a ninguna posibilidad.
¿Seremos nosotros como esas casas en la avenida?, ¿serán nuestros sentimientos unas macetitas con flores que en la intemperie se han de regar?, ¿serán nuestro corazones puertas con ventanas, que a veces se cierran al no estar dispuestas a dejar entrar todo lo que viene de fuera?. Tomo la foto y continuo el camino hacia mi casa, y en mi mente la casa amarilla y sus macetitas se han vuelto grises. No sé. Supongo, a veces así pasa.