Extraño
Qué extraño
que nos sintamos ajenos
que nuestras manos
no puedan tocarse,
que los cuerpos ya no digan nada
y que los versos en prosa o en rima
que alguna vez escribimos
se terminarán quedando en la mensajería
sin retorno aparente
sin respuesta.
Qué extraño es sentirnos ajenos en la distancia.
Qué extraño es
que mientras el segundero gira
menos te extraño.